El nombre de la tienda de golosinas de la fotografía es un expresivo y persuasivo Golosinería. Los dueños han decidido jugar con la palabra gasolinería, y es que no hay nada mejor que cargarse de energía con un buena bolsa de golosinas.
La costumbre de ir a una tienda de golosinas después de que los niños y niñas jueguen en el parque, comprar bolsas llenas de estos dulces para celebrar los cumpleaños o decorar las tartas con ellas, se ha convertido en una moda que difícilmente pasará, aunque los nutricionistas se lleven las manos a la cabeza.
Pero ¿qué son exactamente las golosinas?
Esta vez van a ser los consumidores más habituales los que definan la palabra. Escuchemos a Mar, Marcos y Héctor hablando de las golosinas.
Pinchad en el lacasito para escucharlos.
Utilizamos esta golosa palabra para denominar a exquisiteces dulces como las gominolas, chupa-chups, piruletas, caramelos, pastelitos de chocolate, lacasitos, conguitos, chicles, polvos Peta Zeta, etc.
Las gominolas son una especie de caramelos blandos de mil colores y formas: corazones, botellas de refrescos, fresas, moras, tiburones, ositos, huevos fritos, gajos de naranja o limón, melones, nubes, bocas,... Los ingredientes son azúcar y grasa, o sea, cero sustancia nutritiva; pero ya sabemos que "todo lo que me gusta es ilegal, inmoral o engorda" como decía Pata Negra.
Los lacasitos son unas pequeñísimas chocolatinas con forma de lenteja recubiertas con azúcar de colores y los conguitos son cacahuetes recubiertos de chocolate.
Coloquialmente también se utilizan las palabras chucherías, chuches o la más desfasada galguerías; pero con un significado más amplio porque, además de a los dulces, se refiere a los frutos secos, pipas de girasol, patatas fritas, gusanitos, ganchitos, triskys, etc.